¡Hola!
¿Qué tal?
Un poco abrumado por la primera semana de clases (me imagino…) Si es el caso y anatomía humana te vuelve loco, te pido un poco de paciencia, sé que es una materia pesada. Pero si tú sigues poniendo todo de tu parte para comprenderla, créeme que en unos días comenzarás a comprender muchísimo mejor esta materia.
Pero en este momento te quiero hablar de un tema que tal vez no pienses que tiene importancia alguna, pero conforme vayas avanzando más en la carrera te darás cuenta acerca del papel crucial que desempeñan estos órganos en nuestro cuerpo, pues secretan una sustancia que nos ayuda a lubricar, mantener un pH balanceado, a formar el bolo alimenticio y algunas otras funciones en nuestra boca.
Comenzaremos primeramente con la glándula parótida; esta glándula se ubica justo por detrás de la rama ascendente del maxilar inferior y por debajo del conducto auditivo externo, esta es la única glándula que tiene una secreción puramente serosa y es la de mayor tamaño. Un aspecto importante a estudiar cuando hablamos de glándulas salivales es su conducto ya que es por donde se transportará su secreción; el conducto de Stenon es el que corresponde a la Parótida y este desemboca a nivel de la 1ª y 2ª molar superior. Un dato súper importante acerca de esta glándula es que la atraviesan tres estructuras de suma importancia: la arteria carótida externa, el nervio facial (VII par craneal) y el nervio temporal superficial.
Ahora continuamos con la glándula submaxilar, esta glándula se encuentra en la fosa submaxilar que se encuentra en el maxilar inferior, es la segunda de mayor tamaño y su secreción es en su mayor parte serosa. Esta glándula vierte su producto a través del conducto de Wharton el cual desemboca en boca a nivel del ostium umbilicale de Bordeu en piso de boca.
Y por último tenemos a la glándula sublingual , la cual se sitúa en la fosa sublingual del maxilar inferior, como su nombre lo dice, se encuentra por debajo de la lengua y su secreción es mayormente mucosa. El conducto de Bartholin o de Rivinus nace de la parte posterior de la glándula y llega al piso de la boca a nivel de las carúnculas sublinguales.
También quiero mencionarte un poquito acerca del rol que juega la saliva en boca, para muchas personas puede ser un simple líquido, a algunas otras les da asco o simplemente no les hace importancia. Pero sólo imagínate: si tus glándulas salivales dejaran de producir saliva habría, una resequedad inmensa en tu boca. Lo cual haría que tus tejidos fueran más frágiles al tacto, sentirías dolor e incomodidad al mover tu lengua o tus carrillos entre sí.
Y, de hecho, sí existe una enfermedad en la cual las glándulas salivales se atrofian y dejan de producir saliva y es llamada; Síndrome de Sjögren.
Es una enfermedad autoinmune en donde las células diana (o sea, los objetivos) son las glándulas de secreción externa como lo son: la Parótida, la Glándula Submaxilar y Sublingual. Pero también las glándulas lagrimales causando una resequedad extrema tanto en ojos (xeroftalmia) como en boca (xerostomía). Esta enfermedad afecta en su mayoría a las mujeres, específicamente después de su 4ª década de vida.
La manifestación oral principal del SS como ya lo mencioné es la xerostomía.
Pero la verdadera pregunta aquí es:
Primero que nada, puede incrementar el número de infecciones bucales (como la candidiasis), así como la incidencia de caries por la pérdida de lubricación y capacidades antimicrobianas de la saliva.
También juega un factor importante en la enfermedad periodontal, ya que hay una rápida acumulación de placa dentobacteriana debido a la falta de lubricación de la saliva.
Así que ya sabes… nunca menosprecies tu saliva, ¡ya que gracias a ella puedes mantener tu salud oral!
Espero que te haya gustado el blog de esta semana. Como siempre, quedo a tus órdenes para cualquier duda o pregunta en los comentarios o en mi Instagram.
¡Te mando un saludo y espero que nos volvamos a leer la próxima semana!
Escalona, L. A., & Rivera, H. (2004). Evaluación inicial de índices periodontales en pacientes diagnosticados con síndrome de Sjögren. Acta Odontológica Venezolana, 42(1), 29-33.
Martínez Larrarte, J. P., & Reyes Pineda, Y. (2010). Síndrome de Sjögren. Revista Cubana de Medicina, 49(2), 0-0.
Quiroz F.. (2013). Anatomía Humana 43a edición. Ciudad de México: Porrúa.
Riega-Torres, J. C. L., Villarreal-Gonzalez, A. J., Ceceñas-Falcon, L. Á., & Salas-Alanis, J. C. (2016). Síndrome de Sjögren (SS), revisión del tema y saliva como método diagnóstico. Gaceta médica de México, 152(3), 371-380.